Los hay que salen a caminar forzados por la caza de Pokémons y yo, últimamente salgo a caminar para cazar escenas urbanas de Barcelona y convertirlas en cinemagrafos. Planto un mini trípode que se adapta a cualquier lugar y me pongo a grabar en video durante dos o tres minutos. Mientras, analizo lo que va ocurriendo: esta bicicleta que pasa me servirá, ese coche era bueno pero lástima que se interpuso demasiada gente por delante, ese tío que patina está totalmente limpio, ojalá pasara un perro…
«Borncelona» (2016)
Para acabarlo de complicar, me hago un selfie. A distancia. Es lo que vendría a ser «hacer un Hitchcock» —él tenía por costumbre salir en alguna escena de sus películas— pero sin tanta maestría ni tanta genialidad. También podría ser un «buscando a Wally» pero sin camiseta a rayas rojas, solo una mochila amarilla. Sin quitar la vista del trípode con el móvil —no sea que por culpa de esta tontería vea como desaparecen en manos ajenas— me alejo unos pasos, ando por delante del objetivo y regreso para seguir grabando mientras me digo «espero que me yo me sirva a mi mismo».
«Barskatelona» (2016)
…y es que, ahora, después de estos dos nuevos cinemagraphs —más este otro de hace poco— el reto está en irlos complicando o empezaré a cansarme de caminar.
¡Me encantan! y es muy divertido hacerlos
Muy fan de tus cosas, oye 😉
Pues no sabes lo que me alegras, Guillermo.
Muchas gracias!
Oh! No me había fijado en lo del selfie.
¿Qué pensará la gente que te ve hacer estes cosuques?
Deberían inventar el Nobel del ingenio raruno.