Semana profiláctica. Ups… no, prolífica. No sé en qué estaría pensando. Prolífica, sí.
Semana prolífica en cuanto a generación de mis mierdas: dos animaciones. Una digital —esta nueva infección que he contraído yendo de casa al trabajo y del trabajo a casa— y otra en stop motion. Y porque no tengo más tiempo libre…
Las ideas no vienen solas. Vienen de la mano de pensar, pensar, pensar y más pensar. Lo más curioso, y que a mi me sigue sorprendiendo como, además, son ideas temáticas. ¿Por qué razón he dedicado dos animaciones a las mascotas partiendo de dos ideas totalmente diferentes?
«Mascota» es un corta y pega de varias horas de trabajo que parte de una idea: botella. Sigo muy perdido con esta disciplina. Aprendiendo día a día, a base de práctica, pero sin un rumbo marcado. Aún no sé ni lo que estoy contando ni lo que quiero contar.
Si fuera runner, esto, no me pasaría.
«Hungry» es otra de las animaciones en stop motion en que el protagonista es el pedazo de plastilina de color azul. Parte de la idea: gato. ¿Lo mejor? El felino. Me encantó hacerlo y se adaptó perfectamente a los movimientos, a la historia, solo se le rompió una vez la boca y la cola y tuve que sustituir los bigotes un par de veces. Por lo demás, fue un actor obediente y metido en su papel.
Hoy es domingo, y después de tanto ocio, me tomaré el día para ser ocioso.