El puto coronavirus trajo un día excepcional
No soy de celebrar mucho el cumpleaños. Debería ser motivo de alegría ir cumpliendo años y comprobar que uno sigue vivo pero lo que realmente se ve es que entras en la recta final. Cuando esto sucede, se te crean una cantidad de contradicciones que no sabes si alegrarte o llorar.
No esperaba mucho de un día de cumpleaños que coincidía con el confinamiento, estar encerrado en casa. Y fue toda una sorpresa, durante todo el día.
Si no recuerdo mal, poco cumpleaños he tenido tan emocionantes como el de este 16 de abril de 2020 en plena pandemia.
Las situaciones excepcionales traen cosas excepcionales.
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